sábado, mayo 13, 2006

Ella, él. Ellos.




Y volvieron a aquel cuadrilátero a verse los cuerpos,
zigzagueaban energúmenos cubriéndose las caras.
Atacábanse las entrepiernas, las opresoras también,
el otro la una, la una el otro, sin cerraduras y sin llaves,
retrocediendo osados y avanzando cavilosos,
trastocábamos los cuellos nuestros, la bocas doloridas,
a distancia a ratos, a otros simbióticas;
aún no edito lo filmado en la alegórica memoria,
aún no filmo lo filmado en la tuya, en la ellos.

Y cuando ella volvió de las costas a la montaña,
creyó divisarlo primero, por estar tan alto,
y él se engañó con el estar por allá ella, apenas sobre el agua,
cuando sus miradas se cruzaron simultáneas, la verdad,
sólo desde que cada uno conocióse
bajo las telas, sobre las otras.

Sólo cuando ambos aún peleaban,
o sólo cuando estuvieron noqueados los dos.


(2006)